EL TIEMPO SE DETIENE
la imagen se congela.
Bebimos sin parar, apurando cien jarras, hasta limpiar nuestros pensamientos de penas inmemoriales. Era una noche perfecta para conversaciones serias, la luz de la luna no nos dejaba ir a la cama. Por fin, amodorronados, nos dormimos en el bosque, con el cielo por sabana y la tierra por almohada. Li Po
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